Es
triste, pero jamás comprenderé las aspirinas efervescentes, los
alcaselser y las vitaminas C. Jamás comprenderé nada efervescente porque
una medicina efervescente no se puede tomar mientras efervesce puesto
que parte de la pastilla se te pega al paladar y qué cosquillas, por lo
demás totalmente desprovistas de propiedades terapéuticas. Si en cambio
se la toma una vez que ha efervescido ya no se ve para qué sirve que sea
efervescente. He leído mucho los prospectos que acompañan a esos
productos, sin encontrar una explicación satisfactoria; sin duda la hay,
pero para enfermos más inteligentes.
Julio Cortázar